jueves, noviembre 24

Machu Picchu: La expedición de Hiram Bingham


Todo empezó cuando G&J Publicaciones editaba un libro sobre Machu Picchu. Mientras buscaban fotografías de la época, “descubrieron” que en los archivos de la National Geographic Society, en Washington DC, existen miles de tomas inéditas realizadas por el equipo técnico que acompañó a Hiram Bingham en sus sucesivas visitas a la ciudadela inca en 1911, 1912 y 1915.

Luego de un acuerdo con la NGS, seleccionaron un centenar de tomas hechas con los equipos que el propio Eastam Kodak entregó a la expedición –eran las cámaras más sofisticadas de su época– y con las cuales lograron imágenes de una calidad artística única en su género.

Varias de estas fotografías fueron difundidas en la edición de julio 2011 de la National Geographic Magazine, y otras se pudieron ver en Lima durante la exposición armada por Javier Silva en el auditorio del ICPNA de Miraflores. Pero la gran mayoría (unas 60 fotografías) se exhibe por primera vez en la historia previa ampliación de gran formato.

La exhibición arrancó el 18 de octubre y se eligieron los ambientes del Circuito Mágico de las Aguas del Parque de la Exposición, con el objetivo de que el gran público tenga acceso a las imágenes que reflejan la epopeya del descubrimiento científico de Machu Picchu.
Y el objetivo se ha cumplido.

Miles de personas ya circularon entre las gigantografías expuestas en el Parque de la Exposición, leyendo las infografías (instaladas para explicar la expedición) y comprobando el trajín de esos jóvenes que se internaron en las selvas del Cusco para descubrir al mundo esta maravilla de la arquitectura inca.

Fue así como encontramos al destacado geólogo Guido del Castillo, quien nos explicó un detalle poco conocido de la expedición de Hiram Bingham: “Todos hablan de una expedición a lo largo del meridiano 73°, pero lo cierto es que la Expedición Peruana de Yale, dirigida por Bingham, tuvo como objetivo la exploración del paralelo 13° (línea imaginaria que corre paralela al Ecuador geográfico) desde el inicio del pongo de Mainiqui, cruzando los nevados andinos sobre los 6 mil metros de altura, hasta los desiertos del norte de Camaná”, explica Del Castillo.

“La expedición cumplió sus fines, que fueron publicados en el libro The Andes of Southern Peru, publicado en Nueva York en 1916 y escrito por el geógrafo Isaiah Bowman”, añade el destacado geólogo cusqueño.

Del Castillo conserva como una joya la primera edición de esta publicación, escrita en inglés y que luego de muchos años mereció una edición en castellano realizada en el Perú a comienzos de los años 80.

“Si el objetivo era rastrear el meridiano 73°, los expedicionarios hubieran realizado sus expediciones por el sur de Cusco, hasta Puno”, afirma el geólogo.

Lo cierto es que la exposición fotográfica al aire libre en el Circuito Mágico de las Aguas permite inmiscuirse en el trajín de los expedicionarios, casi como “sentir” el monumental paisaje de Machu Picchu. Lo recomendable, empero, es visitarlo al atardecer para evitar una insolación en estos días de sol primaveral.

Machu Picchu, centro de energías


Los aficionados a los asuntos esotéricos no es que tengan mucha imaginación. Es que tienen muy poca. No son capaces de apreciar la realidad y necesitan hinchar patrañas, a modo de dopaje mental, para entusiasmarse por algo.

Las investigaciones arqueológicas de Machu Picchu reconstruyen con detalles fascinantes la historia de los incas que levantaron esta ciudadela, de qué regiones vinieron, qué oficios desempeñaron, cómo se organizaron, qué tecnología desarrollaron, en qué creían, qué comían, cómo se vestían, cómo pasaban los días, por qué abandonaron el lugar.

Solo las explicaciones sobre la ingeniería hidráulica y la enorme estructura subterránea de Machu Picchu –un sofisticado sistema de canales, terrazas y drenajes que permitieron la pervivencia de la ciudadela incluso durante cuatro siglos de abandono- son mucho más asombrosas que todas las paparruchas de quienes no encuentran suficiente interés en la realidad: prefieren decir que es el centro de la energía espiritual del mundo (ese centro telúrico, dicen, se ha desplazado desde el Tíbet y permanecerá en Machu Picchu dos mil años), que sus piedras están cargadas de energías positivas, que es un punto de contacto con nuestros hermanos mayores del cosmos, que los incas levantaron los edificios de piedra usando misteriosos poderes mentales, que en realidad los dioses incas no son otra cosa que la representación de los extraterrestres que construyeron esta ciudadela…

Esas explicaciones paranormales, además de bobas, en el fondo son despectivas. Menosprecian a gentes que alcanzaron desarrollos culturales y tecnológicos muy notables: a los pufólogos no les parece posible que estos indios de las montañas construyeran una maravilla como Machu Picchu.

A veces escucho que ese tipo de explicaciones sobrenaturales son más seductoras, más abiertas, más ¡poéticas! Dicen que bueno, que serán un poco fantasiosas y no muy rigurosas, pero que tampoco les convence mucho la ciencia porque les parece sosa, rígida, aburrida, y tampoco conoce toda la verdad. Estoy seguro de que no han atendido a las explicaciones de un buen divulgador, porque la ciencia, con sus ignorancias y debilidades, es una fuente de historias fascinantes.

El guía de la visita a Machu Picchu, un divulgador estupendo, explicó las funciones de la Intihuatana: una piedra cuyos ángulos, orientaciones y juegos de sombras la convertían en un calendario solar, una herramienta con la que los astrónomos calculaban las estaciones del año y guiaban a los agricultores.

-Dicen que si acercas la mano a la Intihuatana, te cargas con energía positiva –contó al final-. Quizá ustedes no noten nada. Bueno, puede deberse a que por este lugar pasan 3.500 personas diarias, y seguramente se han llevado ya todas las ondas. Pero tranquilos: hay un sitio en Machu Picchu que da siempre mucha energía y eso está garantizado.

Señaló al fondo del valle, donde el río Urubamba serpentea entre montañas, a unas tuberías y unos postes que atraviesan la ladera. Allí está el gran punto de energía:

-La central hidroeléctrica de Machu Picchu.

miércoles, noviembre 16

La Gran Muralla y Machu Picchu,“Monumentos a la Eternidad”


Beijing, 04/11/2011(El Pueblo)-El reconocido autor y periodista peruano Antonio Fernández Arce presentó su última obra titulada “Monumentos a la Eternidad”hoy por la mañana en la sede de la embajada del Perú en China, que rinde homenaje al 40 Aniversario del Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre el Perú y la R.P. China, en el marco del centenario de la revelación mundial de Machu Picchu y del aniversario de la revolución china de 1911.

La presentación también contó con la presencia del nuevo Embajador del Perú en la R.P. China, Gonzalo Gutiérrez Reinel, quien llegó a Beijing hace menos de una semana. Hizo una introducción a su ¨nuevo amigo¨Antonio Fernández y su libro, destacando su trabajo en promover el entendimiento mutuo de ambos países, y su gran afecto al pueblo chino. También citó la amistad entre Antonio y ex primer ministro chino Zhou Enlai, apreciándole como testigo de la fundación y el desarrollo de las relaciones bilaterales. Es el primer discurso que pronunció ante los medios desde su llegada como nuevo embajador.

Durante su presentación, el autor Antonio Fernández referió a Machu Picchu y la Gran Muralla como ¨símbolos de cultura¨ que heredan respectivamente la civilización de Inca y la de China, y que tienen significados muy importantes morales, sociales y políticos en su ¨patria nativa¨ y su ¨segunda patria¨.

En la presentación también suma la felicitación al libro recientemente impreso de parte de Tang Mingxin, quien fue el vice director de la División de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores y embajador de China en varios países latinoamericanos sucesivamente.

En el marco del 40 aniversitario de la fundación de relaciones diplomáticas entre China y Perú, ambas partes han organizado una intensa agenda de celebraciones y actividades de promoción durante todo el año, que revelan las intenciones y voluntades de estrechar aun más los lazos entre los dos pueblos.

Museo Machupicchu en Cusco

se abrieron oficialmente las puertas del Museo Machu Picchu en la Casa Concha de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, a los turistas nacionales y extranjeros, informó el director de la institución, Luis Altamirano.

En el museo Machu Picchu se exponen más de 360 piezas que fueron devueltas por la Universidad de Yale al Perú este año, como las vasijas de cerámica, contextos funerarios, objetos de cantería y de metal; los mismos que fueron hallados durante los trabajos de exploración de Hiram Bingham.

Según precisó, los más entusiastas con la muestra son los visitantes extranjeros quienes pasean por los once ambientes que fueron acondicionados por los especialistas en este local.

El horario de ingreso de los visitantes a este nuevo atractivo turístico será de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. Se precisa que los cusqueños pueden ingresar al local mostrando su DNI.

Los turistas extranjeros pagan 20 soles, los nacionales 10 soles y las delegaciones escolares nacionales 5 soles.